La Muralla ya se cita en un documento del Monasterio de Vadillo del 1211, por lo tanto es inmediatamente posterior a la construcción del castillo. Defendía toda la muela de la Ciudad hasta la Iglesia de San Vicente, que en su torre tenía almenas de defensa. Desde aquí seguía una muralla baja que por delante de las casas construidas sobre roca se unía a la Puerta de la Cadena.
En el S XV se adapta al uso de la artillería con apertura de cañoneras, troneras” y saeteras abuzonadas